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Jugadores Históricos 

Cada época tiene “sus” jugadores. Esos que hacen la diferencia con la calidad de su
fútbol. Los que se “meten” al hincha en el bolsillo. Los que marcan a fuego su nombre en la historia. En este capítulo recordamos a algunos de estos inolvidables. A otros los homenajeamos en el capítulo donde se recuerda a nuestros embajadores futbolísticos. Y recuerden siempre, el fútbol es cuestión de gustos. Jamás habrá unanimidad para certificar que tal o cual futbolista fue o es mejor que otro.

 

Dionisio “Jaraja” Arévalo y Antonio “Atorao” Silva

“¡Como juegan Jaraja y el Atorao!”. Esa exacta pintura del viejo Paysandú que es el “Farolito 2” con la pluma del gran Omar Romano nos habla de los “domingos futboleros, juega Mamita Escobar, el Atorao y Jaraja nadie los puede parar”.
Antonio Silva además fue uno de los mejores bailarines de tango y en cuanto concurso había, allí estaba siempre. Y ganaba bastante seguido. Allá en las primeras raíces de nuestro fútbol, dos nombres que quedaron marcados a fuego. Uno de los hijos de “Jaraja”, Julio, el recordado “Jubilado” fue un gran futbolista integrante de selecciones sanduceras. José Andrada, hijo del “Atorao”, fue “5” en Boca de
Sacra, Estudiantil y selecciones sanduceras.

 

Carlos "Pelado" Jaime

En el regional 97/98 fue importante la capacidad goleadora de Carlos Jaime. Sin duda que fue su mejor Litoral. Ya no marró tantas situaciones claras de gol. Tuvo más efectividad ante el arco contrario. Fue de las bases firmes para llegar a la definición del título que fue finalmente para las Ligas Federadas de Colonia.
En los trece de los quince partidos que disputó la selección sanducera (no lo hizo en la revancha ante Young para preservarlo de una posible expulsión o tarjeta y de visita en Tacuarembó por estar sancionado por dos cartones amarillos), convirtió nada menos que 17 (diecisiete) goles (1.30 de promedio por partido). Hasta ese momento era récord en el Litoral, hasta que trece años más adelante apareció
el coloniense Gastón Magnone para igualar esa cantidad de goles.

 

Juan Carlos Fleitas (Perica)

Juan Carlos Fleitas, conocido popularmente como “La Perica” (por su baja estatura y un físico erguido) era todo talento. Un formidable “armador” de fútbol. Notable pasador además de goleador. Le pegaba muy bien a la pelota. Era difícil en esos tiempos emigrar
al profesionalismo porque en la capital abundaban grandes jugadores. Sin embargo tuvo un pasaje por River Plate montevideano.
En la selección integró el recordado equipo de 1945 cuando en el “Dickinson” le ganó 3 a 0 la final a los salteños. Completó el primer trienio con los títulos del 46 y 47.
Títulos en el Campeonato del Litoral: 1941, 45, 46 y 47.
Campeón del “Honor” en Paysandú:
1940: Estudiantil Sanducero
1942: River Plate 
1949: River Plate
1953: Paysandú Wanderers.

 

José María Dotti (El Gringo)

El fútbol de Paysandú ha tenido la fortuna de contar con excelentes goleros. Las crónicas de la primera época hablaban de Vázquez Varela y Norbis. Luego aparecieron Heriberto Plantel, Raúl Bottino. Generosa aparición en las selecciones fue la de José “Cholo” Díaz, José María “Negro” Paredes, Raúl Germán “Vaca” Daglio, Daniel Acosta, Gualberto Velisccho. Todos muy buenos arqueros y con pasaje profesional. Pero todos, casi todos, afirman que el mejor de todos fue José María Dotti. “El Gringo”. Creador de un estilo, un adelantado en su tiempo. Lo que muchos años después hacían Amadeo Carrizo (River argentino) y Ladislao Mazurkiewicz (Peñarol y selección uruguaya), Dotti lo hacía desde los años 40 en las canchas del interior. Dominar el área. No quedarse
“entre los tres palos”. Sacar la pelota jugada con sus manos.

 

Luis Alfredo Collares (Negro)

En la ciudad de Guichón nació Luis Alfredo Collares. Siendo muy chico su familia se radica en Paysandú.Comienza a jugar en Cerro y pasa luego a Wanderers. Fue campeón con Wanderers en 1963, 1964, 1966, 1969 y 1968 en Primera División. En el 80 ascendió con los bohemios a Primera y con 40 años se retiró del fútbol. Dos títulos del Litoral y estuvo en el equipo del 71 que por primera vez logró el título del
Interior. Anduvo por el 60 en Peñarol, aquel del Tito Goncalvez, Spencer, Joya, Sasia y aquellos
“monstruos” que le dieron mil triunfos. Por Defensor en 68 y 69. Un formidable jugador. Completo. Siempre jugaba bien y nunca se lesionaba.
El entonces intendente municipal Jorge Larrañaga, lo eligió para dar el puntapié inaugural en el remozado Estadio Artigas en junio de 1995, en la antesala de la serie de la Copa América.

 

Julio “Colita” Merentiel

Una de esas “apariciones” que cada tanto lanza a los campos del fútbol el Atlético Bella Vista. Poseedor de una superior calidad técnica, la que sólo está reservada para aquellos que “nacieron” futbolistas.
Su categoría fue la diferencia. Innata habilidad, una gran pegada y su talento fue creador de muchos goles personales y pases-gol a sus compañeros.
Nacional profesional lo llevó y soñaba que fuera otro “Ciengramos” Rodríguez. Y pintó para serlo en su corto pasaje por el tricolor. Pero el barrio y su entorno pudieron más.
Julio César Merentiel, el popular “Colita”, renunció a ser una figura en el profesionalismo, prefirió ser como él quería ser. Se colocó nuevamente la auriblanca de
su Bella Vista para seguir divirtiéndose él y los hinchas del buen fútbol.

 

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